Los dieciséis lingotes de cobre
del pecio de Chipiona (Cádiz). Análisis de los lingotes y conjeturas durante el
breve período de 2009 – 2011.
El descubrimiento de los lingotes
tuvo lugar en el año 1992 durante el dragado del agua cerca de la desembocadura
del Guadalquivir, por unas obras previstas en la playa de la Regla en Chipiona.
Fue debido a esta actividad que se hallaron 22 lingotes romanos, de los cuales,
4 de plomo y 18 de cobre aunque solo 16 llegaron al Museo Provincial de Cádiz. El
control arqueológico de dicho hallazgo fue pobre en su momento pero, por las
características comunes, se llegó a un conceso en el cual se dijo que era solo un
pecio el trasportaba los 22 lingotes romanos, cobre y plomo juntos.
Los lingotes de cobre siguen la
tradición de la Edad del Bronce Antigua y tienen forma plano-convexa, parecida
a una torta, pero con unos remates ligeramente oblicuos. En la cara superior
presenta mucha rugosidad y está rematada por una banda medianamente lisa de
unos 30 o 40 mm. En la cara posterior la mayor parte de los lingotes de cobres
presentan una especie de celdillas formadas debido a las vacuolas.
Figura 1. Cuatro lingotes de cobre con sus respectivas características
(RICO y DOMERGUE, 2010: 174)
El peso, el grosor y las
dimensiones de los lingotes son bastante parecidos a los de Sud-Lavezzi 2, hallazgo
en el estrecho de Bonifacio, Córcega, de un pecio hundido con 237 lingotes de
cobre. En Chipiona nos encontramos con que:
Primero: La dimensión superior
oscila entre 270 – 295 mm.
Segundo: La dimensión inferior
entre 230 – 245 mm.
Tercero: Grosor izquierdo entre
35 – 52 mm.
Cuarto: Grosor derecho entre 45 –
60 mm.
El punto quinto es en cuanto el
peso, que oscila entre los 13,700 kg a 20, 600 kg, siendo el menos pesado el
lingote número 13 y el más pesado el 14. En el Sud-Lavezzi 2 el peso de los
lingotes de cobre esta entre 12 y 28 kg, salvo dos grandes excepciones en las
que los lingotes no llegan a superar los 2 kg, por lo que era muy plausible la
hipótesis que en un principio se fue elaborando para ser planteada en el 2010
por Christian Rico y Claude Domergue. Dicha hipótesis fue desbancada con una
publicación realizada en el año 2011 por los mismos autores, en colaboración
con algunos más, tras el análisis isotópico de plomo de cuatro de estas tortas
de cobre (lingotes 1, 2, 3 y 5).
Figura 2. Las localizaciones de los dos precios.
(RICO y DOMERGUE, 2010: 177)
La similitud morfológica entre el
hallazgo de Chipiona con el de Sud-Lavezzi 2, además de la proximidad en fechas
del hundimiento de los pecios, han llevado a los autores a una conjetura
bastante precipitada. Esta intentaba demostrar que los lingotes de cobre de
Chipiona procedían de los mismos yacimientos encontrados en la Faja Pirítica Ibérica,
en el suroeste de la península, alrededor de Ríotinto, Tharsis, etcétera. El análisis
isotópico de plomo de las cuatro tortas de cobre ha demostrado que dicha
conjetura estaba muy equivocada. A pesar de las similitudes morfológicas y de
algunas similitudes en los sellos de las piezas (Q. ANT en Chipiona y Q. ANTO
en Sud-Lavezzi 2), estos dos pecios con lingotes de cobre provenían de minas de
cobre romanas totalmente distintas. El cobre del pecio de Chipiona provenía
principalmente de la parte central y oriental de Sierra Morena, lo que está más
en concordancia con el lugar donde ha sido hallado. El metal procedente de
Sierra Morena se solía cargar en Hispalis (Sevilla), para ser llevado por el
Guadalquivir, directamente al mar y luego a cualquiera de los destinos lugares romanos,
mientras que el metal de la Faja Pirítica Ibérica raras veces se llevaba a
Hispalis para ser cargado en los pecios.
Lo que demuestra este hallazgo es
que el metal de la Península Ibérica, haciendo hincapié en el cobre, era
especialmente valorado por los romanos para el comercio. Además, según el análisis
por microsonda, se ha revelado que las tortas contienen un cobre puro y homogéneo
con muy poca presencia de otros metales, como por ejemplo el plomo, estaño,
plata, arsénico, etcétera, lo que da especial validez a la idea sobre el alto
valor del metal hispano.
Bibliografía
Artículos Principales
- RICO, C. y DOMERGUE, C. (2010) “Nuevos documentos sobre el comercio de los metales hispánicos en la época romana. Los lingotes de Chipiona (Cádiz)”, Habis 41, pp. 163 – 184.
- RICO, C.; DOMERGUE, C.; TRINCHERINI, P. R.; QUARATI, P.; KLEIN, S. y NESTA, A. (2011) “Sobre el origen de los lingotes de Chipiona. Aportaciones del Método de los isótopos del plomo”, Habis 42, pp. 191 – 207.
Artículos Secundarios
- LIOU, B. y DOMERGUE, C. (1990) “Le commerce de la Bétique au 1er siècle de notre ère. L’épave Sud-Lavezzi 2 (Bonifacio, Corse du sud)”, Archaeonautica 10, pp. 11 – 123.
- DOMERGUE, C. (2009)“Les mines romaines du Sud-ouest de la Péninsule Ibérique”, Ríotinto. Historia, patrimonio minero y turismo cultural, pp. 27 – 45.
Mihaela Adina Ceti
Arqueología Hispanorromana, Grupo A
Curso 2016 – 2017